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domingo, 13 de mayo de 2012

EN NOMBRE DE LA CIENCIA

Recientes estudios llegados desde Europa afirman que la gente vive mejor de noche; científicos de Bruselas, la capital del reino de Bélgica, se han propuesto pasar una semana en Ibiza para investigar como es la calidad de vida del lugar.
Los preparativos y la coordinación del viaje fue la parte más costosa del mismo, haciendo peligrar la travesía y poniendo en riesgo la confianza de quiénes nos acompañaron brindando el capital para afrontar esta y futuras investigaciones.
El primero obstáculo fue hacer entender a nuestros familiares, la importancia y el rigor científico del viaje. No fue tarea sencilla para ninguno de nosotros tres.
Tal es el caso del doctor Van Strömer, a quien la mujer dejó de hablarle una semana antes de la investigación, hasta el mismo día del despegue. En el cual milagrosamente (a pesar de que ninguno de nosotros tres cree en los milagros) recuperó el habla y despidió a mi colega con un cálido “hijo de madre prostituta… si osas crear un vínculo afectivo/carnal con otro espécimen de sexo femenino, juro por Dios (de quien dudamos por supuesto) que cortaré tu aparato reproductor y alimentaré con él a nuestro cuadrúpedo canino de nombre Boby”.
Sin dejar que este episodio aminore el deseo de seguir adelante con la investigación sobre el comportamiento del ser humano durante la noche, continuamos los preparativos y pusimos todo en orden para el día del despegue.
Lamentablemente otro incidente hizo peligrar el comienzo de la investigación. Debido a que la doctora Mikaela Van der Vaart no pudo salir a tiempo de su departamento por culpa de su celoso marido, quien escondió las llaves y bloqueó las ventanas para que no pudiera salir. La doctora logró salir a tiempo con la promesa de que sí conocía alguna mujer y lo engañaba con ella, a pesar de su heterosexualidad, le enviaría fotos. Con lo cual el marido quedó un poco satisfecho y un poco confundido, pero dejó salir a la doctora del departamento.
El viaje fue tranquilo y al otro día del arribo pudimos comenzar con las investigaciones.

A continuación, la bitácora del viaje:

Día 1:

Llegamos a Ibiza la ciudad nos recibió con un hermoso día, que sólo se vio opacado por el mal humor de la doctora Van der Vaart. A pesar de una discusión que tuvimos, pude retirarme a descansar tranquilo para sí mañana comenzar con la investigación.

Día 2:

Recién llegamos de conocer la ciudad, la gente es muy amistosa y constantemente nos invitan a los boliches, que están por todos lados y nos ofrecen además bebidas. Sin entrar aún en ningún local ya hemos podido observar un montón de detalles que enriquecen la investigación, como aquellas bailarinas que movían su cuerpo de una forma muy peculiar. El ritmo de la investigación es muy cansador, así que recién mañana nos adentraremos de lleno en ese universo.

Día 3:

Traje mi libreta al boliche para no perderme ningún detalle de la noche.
La gente es muy alegre. A la doctora Van der Vaart le tocó llevar adelante la investigación sobre las bebidas que se consumen y está probando tragos desde las 14 horas; por suerte parece estar de buen humor.

Día 4:

Es de madrugada y tuve que regresar al hotel por un malestar. La doctora vino a mi habitación y se quedó dormida en mi cama, no le pude ni preguntar si se siente mal o le pasa algo.
Mañana los tragos me tocan a mí, estoy entusiasmado con el desafío.

Día 6:

El doctor Van Strömer tuvo que regresar a su casa ante las insistentes llamadas de su mujer.
No pude anotar nada del día de ayer, sólo encontré ropa interior de la doctora en mi habitación, muy pequeña, por cierto.

Día 7:

Último día, preparamos el regreso a casa. La doctora se fue de madrugada, se sentía culpable por fallarle a su marido, parece que la investigación referente a los tragos la sobrepasó. Desde mi óptica, los datos no son lo suficientemente reveladores como para llegar hacia alguna conclusión, por lo cual he decidido continuar con la investigación hasta que sea necesario.


GONZALO COMITO

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