RevisTEA on line

Creatividad vertida en historias, cuentos, reseñas, poesía y demás formatos.
El universo literario de los alumnos de RadioTEA.
Donde escribimos todos, para todos.

sábado, 26 de mayo de 2012

TECHO PROPIO

Hoy en día, la clase media trabajadora, resulta estar a “años luz” de conseguir un techo propio, dada la cantidad de trabas o limitaciones que se le presentan a la hora de obtener un préstamo bancario o hipotecario.

Se piden requisitos a veces descabellados e ingresos muy altos o en su defecto, cuotas altamente desproporcionadas a los ingresos del trabajador, y en el caso de obtenerlo, acabará devolviendo más del doble del monto solicitado al prestamista.

Casos muy cotidianos son el de poder obtener un préstamo de menor valor y acercarse a las ya conocidas “casas prefabricadas” pero luego surge el otro problema: no tener un terreno donde “plantarla”, o al revés, hacerse un terreno propio, pero luego a la hora de construir demandara años de construcción e inversión, por lo que todo vuelve al comienzo de la historia y se termina optando por un alquiler, en el caso de necesitar el techo inmediato...


Allí es donde comienza la segunda parte de la historia, a la hora de alquilar: los requisitos, es decir garantía propietaria (que de no tener un amigo o conocido, complica todo nuevamente) sumado a la cantidad de meses que suelen pedirse como adelanto o depósito (no menos de tres); entonces, haciendo un cálculo bruto, si decimos que un alquiler de un departamento de 2 o 3 ambientes sale entre $2 mil o $2.500, la suma puede ascender a unos $7.500, sólo de primera inversión...


Daré un claro ejemplo: una amiga y su hermana intentan alquilar un departamento de 3 ambientes en el barrio de Caballito, el valor del alquiler será de $2.500 y tendrán un aproximado de $500 de expensas ordinarias. Les han pedido 2 meses de adelanto y uno de depósito; han conseguido una garantía propietaria de parte de un banco, que se obtendrá a través de un préstamo, las suma de inversión inicial asciende a unos $10 mil aproximadamente.

En fin, son los problemas más comunes por los que se debe pasar, para poder tener el tan deseado “techo propio”. 



LUCHO LIGUORI 

NOTA

No se sabe con exactitud si fueron las constantes lluvias, el afán de conducir por la izquierda simplemente el destino lo que logró que cuatro muchachos de estatus social medio – bajo provenientes de Liverpool puedan modificar la importancia del rock & roll en el mundo.

Se dice que cambiaron el planeta, pero ¿Cómo? La respuesta es tan inesperada como sorprendente; fue mediante la simpleza. Los encargados de manifestar lo que la mayoría de los jóvenes sentía eran Lennon y Mc Cartney, así lograron convertirse en los voceros de una generación tímida, obediente y conservadora.

Una vez incorporado el “Chip Beatle”, ya cansados de ser superficiales, el más introvertido de los cuatro, tomó la iniciativa de decir algo distinto, enseñando en sus canciones parte de la espiritualidad hindú. De pronto algo tan complejo como la religión oriental, era ahora en parte comprendida.

¿El poder de la simpleza? 


JUAN CRUZ MARINO

domingo, 20 de mayo de 2012

UN ADIÓS ANTICIPADO

No importaba cuánto ella había llorado, no importaba qué tanto dolor pudiera sentir: un botón, una rosa o un jazmín siempre fue igual para él.
 
Cómo ser frío cuando me quemo por dentro, le escribió en un papel, cuántas frases hermosas le había regalado, cuánto amor le había prometido… qué poco duró todo eso. Solía hacerse ver como un tipo sensible y de gran corazón, pero todo lo que empieza mal, termina mal. Cuánto parafraseo barato ella había comprado. Cuánta desilusión puede generar una persona.

Si tan sólo miraras un poco más, tan sólo un poco, verías que toda tu miseria se ve reflejada en tus actos.

Su relación se basó en engaños y maltratos, pero aún así, ella quiere volver a lo que alguna vez la hizo feliz, confía en que él cambie, se excusa diciendo que no era su momento, que él jamás quiso lastimarla; ella quiere verlo brillar, quiere volver a ser parte de él, pero lo que no está entendiendo es que él ya no quiere volver, eligió vivir de otra manera, eligió a alguien que sí supo acompañarlo. Eligió… como ella debería hacerlo.

 

                                    MARIA DE LOS ÁNGELES MORELLI

UNA DIVINA COMEDIA


Puede ser mal visto, despreciado. Por lugar común, por argumento repetido. Puede parecer hasta un postulado sensiblero.
Pero nunca, jamás, va a dejar de ser una verdad inapelable: el humor es algo necesario para transitar la vida.
Como puesta en escena tragicómica asistimos y somos partícipes de una historia, la de vivir, que nos obliga a experimentar, casi en proporciones iguales, con elementos tan opuestos como el dolor y la gracia, el vacío y la plenitud, el llanto y la risa. Y ahí es donde reside el chiste: en poder reconvertir cualquiera de estas experiencias en algo bello, útil, que nos potencie como seres humanos.
Por esto es que el humor es clave. Como herramienta. Como parte fundamental del arte. Nacemos, crecemos, nos degeneramos y morimos. Listo. Lo sabemos. A partir de eso, debemos crear algo. Tenemos que ser optimistas, positivos, es decir, vivir con humor.
Las cosas simplemente suceden, buenas, malas o insignificantes. Es facultad del arte, en este caso de la comedia, darle un sentido a este gran sin-sentido. El humor no solo re significa. También cura. Potencia. Conquista. Seduce. Contagia.
Muchas veces se dijo, otro postulado en apariencia gastado, que la risa es cosas seria. Claro que sí. Únicamente desde el entendimiento de estas profundas razones enumeradas es que podemos elaborar el absurdo, la ironía, el humor negro. Esto no significa que el humor sea sólo para unos pocos elegidos que con inteligencia puedan construirlo. El humor es para todos. Por una sencilla razón que nos motiva a los que lo hacemos: sentirnos vivos al reír y disfrutar de la risa ajena.


GABRIEL PIÑEIRO

LOS DÍAS DOMINGO

Estos días en los que uno si no tiene una actividad o trabajo a realizar y se queda en su casa, se aburre. Al pensar en el domingo se me viene a la cabeza un día tranquilo y de descanso. Cuando uno se queda encerrado en su casa puede optar por realizar alguna tarea de la misma, como también quedarse acostado en la cama durmiendo y mirando la televisión; si estas mirando la tele por lo general vas cambiando de canal porque todo es aburrido; y cuando encontrás algo que entretiene, pasa rápido y vuelve la misma situación. Todo lo que mirás te resulta denso y cansador, como el día mismo, en el que terminás cansando de estar descansando y necesitás comenzar la semana para que todo vuelva a la normalidad, a la rutina de todos los santos días.
¡Pero ojo! , si el domingo tenés un asado con amigos, ahí sí vale la pena. Te levantás a eso de las once o doce del mediodía con una energía positiva, te bañás, cambiás y partís hacia el lugar de encuentro (la casa del amigo que tiene de todo, parrilla, pileta… esas comodidades para poder pasar un día a todo ritmo). Llegas y ya está el dueño de la casa con alguno de tus amigos fanáticos del asado, controlando el fuego y prestando mucha atención a lo más importante, los choris, las mollejas, los chinchulines, los bifes, tira de asado y todos esos cortes de carne deliciosos que nos van a llenar la panza. Empiezan a “caer” los muchachos. Se va armando la mesa, anécdota va, anécdota viene y empiezan a salir los choris ¡Qué lindo!. Brindamos, aplaudimos al asador y comenzamos a comer. Después, terminamos todos hinchados sin querer movernos. Nos quedamos jugando unos partiditos de “truco” y ¿qué mejor que esto? Amigos, comida, diversión. ¡Aguante los domingos que uno comparte con la gente que más quiere: los amigos!


Gastón Slobinsky

domingo, 13 de mayo de 2012

EN NOMBRE DE LA CIENCIA

Recientes estudios llegados desde Europa afirman que la gente vive mejor de noche; científicos de Bruselas, la capital del reino de Bélgica, se han propuesto pasar una semana en Ibiza para investigar como es la calidad de vida del lugar.
Los preparativos y la coordinación del viaje fue la parte más costosa del mismo, haciendo peligrar la travesía y poniendo en riesgo la confianza de quiénes nos acompañaron brindando el capital para afrontar esta y futuras investigaciones.
El primero obstáculo fue hacer entender a nuestros familiares, la importancia y el rigor científico del viaje. No fue tarea sencilla para ninguno de nosotros tres.
Tal es el caso del doctor Van Strömer, a quien la mujer dejó de hablarle una semana antes de la investigación, hasta el mismo día del despegue. En el cual milagrosamente (a pesar de que ninguno de nosotros tres cree en los milagros) recuperó el habla y despidió a mi colega con un cálido “hijo de madre prostituta… si osas crear un vínculo afectivo/carnal con otro espécimen de sexo femenino, juro por Dios (de quien dudamos por supuesto) que cortaré tu aparato reproductor y alimentaré con él a nuestro cuadrúpedo canino de nombre Boby”.
Sin dejar que este episodio aminore el deseo de seguir adelante con la investigación sobre el comportamiento del ser humano durante la noche, continuamos los preparativos y pusimos todo en orden para el día del despegue.
Lamentablemente otro incidente hizo peligrar el comienzo de la investigación. Debido a que la doctora Mikaela Van der Vaart no pudo salir a tiempo de su departamento por culpa de su celoso marido, quien escondió las llaves y bloqueó las ventanas para que no pudiera salir. La doctora logró salir a tiempo con la promesa de que sí conocía alguna mujer y lo engañaba con ella, a pesar de su heterosexualidad, le enviaría fotos. Con lo cual el marido quedó un poco satisfecho y un poco confundido, pero dejó salir a la doctora del departamento.
El viaje fue tranquilo y al otro día del arribo pudimos comenzar con las investigaciones.

A continuación, la bitácora del viaje:

Día 1:

Llegamos a Ibiza la ciudad nos recibió con un hermoso día, que sólo se vio opacado por el mal humor de la doctora Van der Vaart. A pesar de una discusión que tuvimos, pude retirarme a descansar tranquilo para sí mañana comenzar con la investigación.

Día 2:

Recién llegamos de conocer la ciudad, la gente es muy amistosa y constantemente nos invitan a los boliches, que están por todos lados y nos ofrecen además bebidas. Sin entrar aún en ningún local ya hemos podido observar un montón de detalles que enriquecen la investigación, como aquellas bailarinas que movían su cuerpo de una forma muy peculiar. El ritmo de la investigación es muy cansador, así que recién mañana nos adentraremos de lleno en ese universo.

Día 3:

Traje mi libreta al boliche para no perderme ningún detalle de la noche.
La gente es muy alegre. A la doctora Van der Vaart le tocó llevar adelante la investigación sobre las bebidas que se consumen y está probando tragos desde las 14 horas; por suerte parece estar de buen humor.

Día 4:

Es de madrugada y tuve que regresar al hotel por un malestar. La doctora vino a mi habitación y se quedó dormida en mi cama, no le pude ni preguntar si se siente mal o le pasa algo.
Mañana los tragos me tocan a mí, estoy entusiasmado con el desafío.

Día 6:

El doctor Van Strömer tuvo que regresar a su casa ante las insistentes llamadas de su mujer.
No pude anotar nada del día de ayer, sólo encontré ropa interior de la doctora en mi habitación, muy pequeña, por cierto.

Día 7:

Último día, preparamos el regreso a casa. La doctora se fue de madrugada, se sentía culpable por fallarle a su marido, parece que la investigación referente a los tragos la sobrepasó. Desde mi óptica, los datos no son lo suficientemente reveladores como para llegar hacia alguna conclusión, por lo cual he decidido continuar con la investigación hasta que sea necesario.


GONZALO COMITO

PISTAS PÚBLICAS YA!

El skate es un deporte que empezó a hacerse popular en estos últimos años; mucha gente no lo acepta y es por esto que se hace difícil patinar en la calle o en las plazas. Por este motivo decidimos juntarnos y nos pusimos en campaña para pedir más pistas públicas, donde gente de todas las edades puedan andar y practicar este deporte sin molestar a nadie y sin correr riesgos que se presentan todos los días en las calles (Ej: ser golpeado por un auto.)

En este último año se hicieron pistas en Mataderos, San Martin, Mar del Plata e Ituzaingó, pero muchos otros lugares siguen sin un espacio en donde poder practicar este deporte. Los skaters en argentina se multiplicaron muchísimo en este último tiempo y por eso, todos pedimos PISTAS PUBLICAS YA!!!



FACUNDO DEL RÍO






domingo, 6 de mayo de 2012

CUANDO EL DESTIERRO SE HIZO CANCIÓN

Arrancados de su tierra, violentados, privados de sus manifestaciones culturales y artísticas, separados de sus familias, apiñados en barcos, navegando miles de kilómetros para encontrar la muerte o algo peor... la esclavitud.
Los esclavos africanos que sobrevivieron a semejante periplo y terminaron cosechando el algodón al sur del río Missisipi crearon el lamento hecho canción, el desgarro, el dolor y la tristeza manifestados bajo un nombre.... "Blues".
Cuando se canta lo que se siente y ese sentimiento sólo tiene un color, cuando la única forma de no morir de tristeza es cantarla y hacerla carne, cuando la raíz es mas fuerte que cualquier guadaña, cuando ese momento llega… estamos escuchando Blues.
Un día los niños fueron hombres; vivieron el Blues antes de que este existiese, esos niños se convirtieron en Robert Johnson, Muddy Waters, Houlin Wolf, Freddy King, Buddy Guy y muchos hombres más. Estos hombres, hoy leyendas del género, llevaron su dolor tan pero tan lejos que otros hombres alrededor del mundo, el mundo Blanco, seguramente ligados directa o indirectamente con los opresores, con los grandes mercaderes de la vida, también sintieron el Blues dentro de su alma y lo hicieron canción.


JULIÁN GALICCHIO

UN CAMINO DE IDA

Desde los 14 años me volvía del colegio por el mismo camino.
Doblando a la izquierda en la esquina de un tal Vergara, caminaba por la vereda lisa hasta llegar a la de adoquines, la que me recibía con su poca simetría saludando al adoquín estrella que quería sobresalir entre muchos otros.

Llegando a la vereda de las raíces, donde los árboles les habían ganado al cemento y se habían hecho valer por lo que eran y no por lo que querían que fueran. Un poco más adelante, esa vereda amarilla, con un participante rojo, el cual, cada vez que yo pasaba, no podía evitar hacerme pensar por qué estaba ahí? Y, ¿cuando se había perdido?.
Cien metros más y pasando por la mitad de la calle casi sin mirar, pero sabiendo que ningún auto se acercaba, llegaba a la vereda del frente al portón verde con los dos autos: uno gris y el otro bordó. Cubiertos de polvo ya que parece que sólo recorren las calles los domingos, porque en la semana suelen dormir en su casa.
Un poco más adelante la casa amarilla; el auto congelado en el tiempo; la casa que nunca se vendió y casi llegando a la esquina, el masetero. Ocultando la ventana que da a la calle para que la señora de los cigarrillos pueda mirar para afuera creyendo en su propia ignorancia que nadie la nota.
Cruzando la calle, la esquina de la casa con jardín en el techo, las gárgolas con enredaderas y siguiendo un poco mas dos o tres casas, la mansión de los perros.
Dos perros peludos levantan la cabeza desde el porche, me miran pasar y vuelven al sueño de un patio.
Por último, la esquina de ladrillos. Doblo a la derecha, paso la vereda de cemento alisado que supo estar fresco, para que Leo le declare su amor a Belén. Y ahí nomás mi casa.
Este camino recorrí una y mil veces, antes de escuchar su voz por primera vez para después decirme que me acompañaba.

Una tarde de primavera decidió perder la vergüenza, tomar coraje, dejar una chocolatada en la mesa frente al televisor y acompañarme. Doblar en la esquina de este tal Vergara, caminar por la vereda lisa hasta llegar a la de adoquines, saludar a la estrella con sólo una mirada.

Pasando por las raíces para caer en la vereda amarilla con su participante rojo el que esta vez me dejaba olvidar el porqué estaba ahí, ya que los nervios y la sensación de timidez por su presencia no me dejaba pensar.
Cien metros más y con el envión de mi cuerpo, sin decir nada, le decía que había que cursar.
Él, demostrando sus 3 años más, miraba hacia el lado del río, afirmando que no venía nadie llegando así sanos los dos a la vereda del frente.

Y ahí el portón verde donde se daba la primera palabra después del saludo. Me preguntaba por mi tarde, la cual él ya conocía porque ya la había vivido 3 años atrás. Escuchaba atentamente lo que ya conocía, dándole el tiempo para pensar en lo que venía, mientras pasábamos la casa amarilla y el auto congelado en el tiempo.
Cuando llegábamos a la casa que nunca se vendió, el silencio nos volvía a invadir y antes de estar demasiado lejos de su casa para estar un poco más cerca de la mía, antes de llegar al macetero de la señora de los cigarrillos, su cuerpo se detenía.

Me regalaba un beso y volvía a su casa, donde sabia que la chocolatada lo seguía esperando.
Tres veces el primer año.

Dos el segundo.
Ninguna el tercero.
Una vez me habló el cuarto para saber si seguía volviendo por el mismo camino a mi casa, para saber si seguía estando.
Y por último, una el quinto. Fue la última.
Tal vez fue una más de todas pero sin embargo esta vez doblamos en la esquina de un tal Vergara, caminamos por la vereda lisa hasta llegar a la de adoquines, saludamos con una mirada de reojo al estrella; esquivamos las raíces; llegamos a la vereda amarilla; le sonreímos al participante rojo, el cual a través de los años después de generar más hipótesis que soluciones me había dejado olvidar el porqué de su existencia.

Después de esto ya sabíamos lo que venía.
Los años de rutina nos habían enseñado que después de un rojo entre amarillos venia cruzar de vereda. Los años también me habían ablandado y para esta altura ya me dejaba cuidar.
Él miraba y yo cruzaba rozando mi hombro con el suyo, llegando al portón verde observando el auto que a través de los años nunca había dejado de ser bordó y el otro, para después, darse a la charla.
Esta vez él ya no se acoraba lo que la vida le había hecho vivir; le conté una historia nueva, así que no pudo pensar en lo que venía.
Pasamos la casa amarilla y el silencio trató de invadirnos. Pero cuando llegamos al auto congelado en el tiempo, las palabras volvieron a mí; pasamos la finca que nunca se había vendido y nos alejamos más de su casa para estar cerca de la mía.
Esta vez, y sólo esta vez, pasamos el masetero de la señora de los cigarrillos y se frenó. Pensé por un segundo que todo volvería a lo conocido, pero esta vez se sonrío, me regalo un beso y volvió a caminar.

Pasamos por la esquina de la casa con jardín en el techo y nos miró por primera vez. Caminamos esas dos o tres casas y llegamos a la mansión donde estaban los dos perros peludos, los cuales levantaron la cabeza, nos miraron, y por primera vez se levantaron y sin moverse más que lo necesario empezaron a ladrar.
Por un instante pensé que el silencio que nos había invadido lo iba hacer decidir una vez más, volver por una chocolatada frente a un televisor y no acompañarme hasta una declaración de amor.

Estábamos llegando a la pared de ladrillos, cuando me robó un beso, me acarició la mejilla, se dio vuelta y salió corriendo.
Lo escuché pasar la casa de los perros ya que ladraron, lo vio pasar la casa del jardín en el techo, lo vio pasar la señora de los cigarrillos, lo vio correr la casa que nunca se vendió, lo vio correr el auto congelado en el tiempo, lo vio correr la casa amarilla, lo vio pasar el auto bordó y lo sintió intentar cruzar el auto gris, que esta vez, salió un lunes 25 a tomar sol.
Cuando me giré, estaba en el piso.

No tuvo tiempo de arrepentirse ni tiempo de pedir perdón, no tuvo tiempo de contarnos su sensación.
O no tuvo tiempo de aprovechar una linda historia de amor.

 


LUNA PACHECO