NO SE PUEDE ESTAR EN TODOS LADOS…

Hoy pasé un día de trabajo, en el que el esfuerzo fue muy poco. Amanecí con un frío que daban más ganas de quedarse tapado y no salir; pero no, un lavaje de cara, de dientes y con los auriculares calzados en el oído, bastaron para encaminarme hasta la parada, donde me esperaba el 130. Y como comienza su recorrido ahí, generalmente asiento hay y es una dulce ventaja. En el trabajo me esperaba una grata noticia, salir a repartir con la camioneta, como copiloto, eso sí. De esta forma, el día tomó otro color, no tenía que soportar las presiones de mi jefe, ni tampoco, bancarme el control de mallas, que no hay cosa más densa que eso. Así que a la calle salí; pude notar en un momento que el día para todos fue igual, la panamericana, u otra rutas estaban saturadas, unas por choques, otras por cortes, una costumbre bastante argentina. Ese es un sabor amargo de la calle, estresante, pero a pesar de todo yo feliz, por que el día ya se estaba terminando, y la jornada llegaba a su fin. Esta crónica fue de un lunes, generalmente los lunes suelen ser el día para recuperarse de las crónicas del fin de semana, pidiendo a gritos el día “Osvaldo”. Hasta otra crónica, saludos.

Autor: Dante Palenque