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lunes, 30 de abril de 2012

EL PUNK ROCK EN MI VIDA. UN CAPÍTULO MÁS…

Reseña musical (y emocional) del show de Jello Biafra del 23 de Marzo de 2012 en Niceto Club, Buenos Aires, Argentina.
Cuando elegí el título de esta nota, decidí atribuirle el carácter de “un capítulo más en mi vida” al Punk Rock, porque me pasa que cuando particularmente llego a los shows en donde se toca este estilo, lo hago acompañado de amigos y amigas de hace tiempo y de hace no tanto, y ya en el lugar me encuentro otros con los que me sucede lo mismo; a algunos los veo poco, a otros más seguido; algunos terminaron copándose con otros “palos” musicales u otros estilos de vida de los que muchas veces soy ajeno, pero cuando se da un suceso como el de Jello Biafra tocando en vivo en esta ciudad, terminamos todos reencontrándonos allí, rememorando y descubriendo anécdotas entre nosotros, la mayoría vinculadas al género al cual estoy dedicando tanta confesión sentimental. Me pareció bueno aclararlo antes de pasar a lo estrictamente musical, para que el lector se haga una idea de que quien escribe tiene un lazo afectivo muy particular con esta música, y lejos está de ser un ente frío despojado de cualquier tipo de sentimiento que pretendiera ser un as de la objetividad.
Ahora sí, el show arrancó bastante puntual, posterior a la apertura de Satan Dealers (cuyo espectáculo no pude ver), y suenan en su mayoría temas de la Guantanamo School Of Medicine (“Brown lipstick parade”, “Victory stinks”, “Three strikes”, entre otros) excepto en cinco oportunidades, donde repasan los clásicos de los Dead Kennedys (de alguna manera, los que todos esperábamos): primero, con “California Uber Alles”, después con “Too drunk to fuck” y “Nazi punks fuck-off” (la cual tocaron debido a que en su última visita a nuestro país, fue pedida por el público y la banda no la sabía, lo cual habla de la memoria de Biafra y los suyos para cada show), y “Bleed for me”, y por último para terminar el show, con “Holiday in Cambodia”. La banda suena sin un solo desajuste: muy rockera para calificarla sólo de punk, y viceversa también. A pesar de no reconocer algunos temas que pertenecen a los discos mencionados (y que algunos tengan 6 o 7 minutos de duración, algo inusual para una banda de este género) estos resultan sumamente entretenidos al igual que las mímicas y representaciones que hace Biafra, teatralizando como un actor con gran experiencia la música que la banda escupe. Sumado a esto, los discursos políticos que pronuncia, nunca resultan agobiantes ni faltos de sentido: el líder de la banda habla de Bush, de Obama, de CNN, de Guantanamo, con conocimiento de cada caso y sin una gota de demagogia. Después de hora y pico y dos bises, finalmente el concierto termina y a todos nosotros nos queda una sensación: nos llevamos más de lo que esperábamos.
Anexo: un repaso por la carrera de Biafra

Jello Biafra, o el individuo que porta dicho nombre artístico (nacido como Eric Reed Boucher un 17 de junio de 1958) es un tipo que no puede pasar desapercibido para ningún ser humano que se precie de ser rockero, y menos para aquel que diga o pretenda tener cierta empatía con el punk, por historia ideológica y musical y por presente también. Para el desprevenido que no lo ubique, Biafra arrancó su carrera liderando a los míticos Dead Kennedys en los comienzos de los 80; la agrupación fue parte de lo que podría denominarse como la segunda ola de bandas punks en el mundo (ellos desde San Francisco) y tuvo la particularidad de tener un contenido político marcadísimo dentro de sus líricas y en los shows (donde Biafra explica un poco de que trata cada tema y expresa su opinión sobre cuestiones políticas concretas, ya sean actuales o de antaño que se tratan en los temas a tocar). Quizás no fue la precursora en esto de “politizar” el punk rock (recordemos que The Clash desde el otro lado del charco lo venían haciendo desde el ’77), pero lo hizo quizás por primera vez en la historia, con dosis de ironía y sarcasmo, y en los Estados Unidos de América, un dato no menor. Después de haber lanzado unos cuantos discos durante la decáda anteriormente mencionada (con una postulación a jefe de estado de Biafra incluida, la cual tuvo el apoyo nada más ni nada menos que de Frank Zappa, y en cuyas elecciones terminó tercero), la banda se disolvió y su cantante siguió por la vía solista (llegó a grabar discos con integrantes de Nirvana y con los Melvins); en 2009 lanzó su primera publicación con la Guantanamo School Of Medicine (la banda con la cual se presentó aquí en Argentina y que lo acompaña actualmente) llamada The audacity of hype y en 2011 repitió con Enhanced methods of questioning.


JUAN RAFAEL PELATER

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